En la actualidad cada vez encontramos menos alimentos libres de fertilizantes y optamos por comprar los llamados alimentos orgánicos, pero cuestan demasiado.
Por suerte podemos crear nuestro propio huerto urbano, sólo necesitas unas macetas, sustrato y abono orgánico ecológico.
No necesitas grandes espacios; una ventana, un balcón o una azotea son suficientes.
En estas vacaciones tendrás mucho tiempo con los peques en casa y esta es una idea genial para además de mantenerlos entretenidos, enseñarles habilidades como el respeto y la responsabilidad de cuidar a un ser vivo, concientizar de dónde vienen los alimentos, conocer la naturaleza en la práctica y mucho más.
En esta época de la inmediatez, un huerto urbano ecológico les va fomentar la paciencia, viviendo la experiencia directamente, así la comprensión de los procesos será más eficaz.
Una de las ventajas que más destacan los padres que han creado un huerto urbano con niños, es que los peques están deseosos de consumir lo cosechado, así que es una buena oportunidad de incorporar nuevos alimentos.
Un huerto urbano aporta a mejorar la calidad del aire de las ciudades, reduce la cantidad de agua utilizada, así como los desechos fertilizados que se derivan al mar; por lo tanto su impacto medioambiental es muy positivo, algo que los peques deben aprenderlo para integrarlo en su vida.